NO HAY COMPAÑERO MÁS FIEL Y LEAL QUE UN PERRO. SIN EMBARGO, COMO EN TODA CONVIVENCIA, PUEDEN LLEGAR A PRODUCIRSE SITUACIONES CONFLICTIVAS… QUE PODRÍAN DERIVAR EN ACTITUDES AGRESIVAS DEL PERRO HACIA SUS DUEÑOS.
«Mi perro me saca los dientes…»
«Me gruñe y quiere atacarme…»
«Ya me ha mordido más veces…»
…
Los casos de agresividad del perro hacia sus dueños son especialmente delicados no sólo por la gravedad de este tipo de comportamientos, sino también por la fuerte carga emocional que este tipo de episodios acarrea a las familias.
Por ello, antes de actuar, debemos realizar un análisis pormenorizado del caso concreto que nos ayude a comprender el por qué de esa conducta agresiva.
DIFERENTES CAUSAS QUE EXPLICAN LA CONDUCTA AGRESIVA DE UN PERRO
En los últimos años han tenido especial relevancia shows televisivos en los que el súper experto en conducta canina de turno acudía al rescate de esa pobre familia martirizada por su malvado perro… El esquema de los programas solía repetirse habitualmente: primero se presentaba (con imágenes y música edulcoradas) al perro y a su familia y seguidamente se exponía el problema de comportamiento del animal (entonces la atmósfera mágica e idílica se rompía y las nuevas imágenes sobre las fechorías del perro se acompañaban de una música propia de películas como Tiburón o Psicosis…). A continuación el experto llegaba a la casa, era informado en apenas un minuto sobre la situación y sin tiempo que perder se enfrentaba al animal (al que en teoría no conocía previamente) con el objetivo de «mostrarle quién mandaba» (para darle más tensión al momento se incrementaba el ritmo al que se sucedían las imágenes, de nuevo al son de la música «tipo Tiburón»). Tras un breve pero intenso enfrentamiento, el perro se rendía y la familia aclamaba a su nuevo héroe: la bestia había sido vencida. Sin tiempo que perder, el experto comenzaba la instrucción de sus nuevos clientes, sucediéndose entonces varios cortes en los que el protagonista explica técnicas para corregir el mal comportamiento del perro. El programa solía finalizar con imágenes de un nuevo perro «feliz y equilibrado» (al menos en opinión del experto) y una familia satisfecha con las lecciones recibidas.
Sin entrar en valoraciones, quien esté pensando en aplicar con su perro las técnicas mostradas en este tipo de programas, antes debería tener en cuenta que:
– La información que recibimos al ver este tipo de shows nos llega muy sesgada: las imágenes son seleccionadas, no conocemos el gap temporal entre los diferentes cortes, somos condicionados según el momento con la música y el ritmo de las imágenes, etc.
– No sabemos si antes de la grabación el experto ha realizado un estudio del caso. Tampoco podemos asegurar si perro y experto han sido o no previamente «presentados» fuera de las cámaras…
– No podemos saber a ciencia cierta cuántas horas ha trabajado el experto con la familia, ni durante cuántos días, ni qué tipo de supervisión han recibido los dueños del perro durante los días siguientes a la visita, etc.
Por estas razones, parece lógico desaconsejar la aplicación con nuestro perro de este tipo de técnicas.
CORRECCIÓN: DIFERENTES TIPOS DE AGRESIÓN
La actitud agresiva del perro hacia sus dueños puede tener su origen en diversas causas, que provocarán distintos tipos de agresividad:
– Conflicto jerárquico («agresividad por dominancia»)
– Conducta aprendida («agresividad por falsa dominancia»).
– Respuesta a miedo o fobia («agresividad por miedo»).
– Causa orgánica como encefalitis, tumores, etc.
– Etc.
El enfoque del trabajo de corrección de conducta y las técnicas que aplicaremos variarán en función de cuál sea la causa origen de la conducta agresiva. Así, por ejemplo, corregiríamos un caso de agresividad por dominancia revisando los términos en los que está planteada la relación perro-dueño, trataríamos una agresividad por miedo trabajando sobre el propio miedo y erradicaríamos la actitud agresiva provocada por un problema de hidrocefalia con la ayuda del veterinario.
Por tanto, para corregir este tipo de problemas rechazaremos las fórmulas mágicas «válidas para todo» y antes de actuar evaluaremos cada caso de forma individual.
Por supuesto, ante la duda, deberá buscarse ayuda profesional.
PREVENCIÓN: RELACIÓN CORRECTA PERRO – DUEÑO
Dicho todo lo anterior, podemos prevenir este tipo de problemas (en un elevado porcentaje) si centramos nuestros esfuerzos en construir una relación correcta con nuestro perro.
Mucho se ha escrito y hablado sobre la relación perro-guía, sobre el «vínculo» y sobre las teorías de David L. Mech. Sin ánimo de entrar en discusiones doctrinales, a continuación os damos algunas pautas muy generales que os ayudarán a construir una relación correcta con vuestras mascotas:
– Respetar al perro comienza por entenderle como animal que es (un perro no es ni un peluche ni tampoco un «niño pequeño con pelo que ladra»).
– Mostrar al perro desde el primer día cuál es su lugar en la familia.
– Educar en positivo, pero desde la absoluta firmeza y coherencia.
– Renunciar a la violencia: el auténtico liderazgo no se consigue a base de gritos ni golpes… sino desde la calma, el carisma y la solidez.
– Comprender los estados emocionales de nuestro perro. Un buen guía debe tener cabeza de perro.
Esperamos que nuestro artículo os haya servido de ayuda.
*** Si tu perro te gruñe, intenta morderte (o ya te ha mordido) y no sabes cómo afrontar la situación, estaremos encantados de asesorarte.
El equipo de DOS adiestramiento.