SI QUEREMOS ENTENDERNOS CON NUESTRO PERRO, LO PRIMERO QUE DEBEMOS HACER ES ENTENDER QUÉ ES UN PERRO.
Muchas personas que tienen perro entienden a su mascota no como un animal, sino como una especie de «niño pequeño con pelo que ladra». De esta idea equivocada surgen muchos de los problemas de convivencia entre perros y humanos.
Humanizar a los perros es un error: por más que nos empeñemos, no son personas, sino animales. Como cánidos, tienen una serie de características propias que debemos conocer: Se trata de animales sociales, que acostumbran a vivir en manadas. También son marcadamente jerárquicos, territoriales y depredadores. Muestran una notable capacidad de aprendizaje y han llegado a desarrollar una especial relación con el hombre, que a través de los años ha seleccionado ejemplares aptos para la vida en sociedad y capacitados para cumplir diferentes cometidos (perros de guarda, de pastoreo, perros de caza, etc.).
Así, para comunicarnos de manera clara con nuestro compañero canino es esencial que intentemos ver el mundo a través de sus ojos:
– Algo positivo para nosotros, puede ser percibido como amenaza por nuestro perro (por ejemplo unos bonitos fuegos artificiales).
– Lo que para nosotros son palabras con un significado, para el perro puede significar cosas distintas según el contexto, nuestro lenguaje corporal o el tono de nuestra voz. “Mi perro lo entiende todo, qué listo es”. ¿Estamos seguros de que nos entiende, o realmente nosotros creemos que nos entiende?… “Sabe que hacer eso es incorrecto, pero lo repite porque es testarudo”. ¿Estamos seguros de nuestro perro comprende por qué le estamos regañando? Posiblemente, si nuestro perro realmente nos estuviera entendiendo, dejaría de realizar la acción incorrecta y así evitaría el castigo, ¿no?…
– Algunas normas de convivencia humanas no tienen nada que ver con las normas de convivencia del mundo canino (por ejemplo olerse el trasero, que en el mundo canino es habitual al conocerse…y en el mundo humano estaría mal visto…).
En resumen: Si queremos ser un buen guía para nuestro perro debemos aprender a ver con sus ojos, a oír con sus oídos y a pensar como él pensaría. Para convertirnos en su mejor compañero debemos tener «cabeza de perro».
El equipo de DOS adiestramiento.