SEMANA DE FALLAS EN VALENCIA. AMIGOS, RISAS Y PETARDOS… MUCHOS PETARDOS. DIVERTIDO, ¿VERDAD? PARA MUCHOS PERROS NO.
El miedo nos ayuda a sobrevivir. No hay mejor mecanismo de defensa que el miedo: es la emoción que predispone a la huida ante posibles amenazas. Por eso tener miedo es, en principio, natural. Perros y gatos pueden presentar un miedo irracional a ruidos fuertes somo truenos, sirenas o petardos. El problema surge cuando, ante un estímulo que no debería suponer una amenaza, el animal reacciona con una respuesta emocional excesiva: es en este punto el miedo se convierte en fobia.
¿POR QUÉ MIEDO A LOS PETARDOS?
El miedo a los ruidos fuertes puede tener su causa en:
- Factores genéticos, como la timidez, que pueden predisponer a nuestro perro a sentir miedo ante determinados estímulos.
- Mala socialización. Muchas fobias del perro adulto tienen su origen en una deficiente socialización del cachorro.
- Intervención del dueño. Si ante un sonido fuerte reaccionamos actuando con nerviosismo, podríamos transmitir ese estado emocional negativo a nuestra mascota… y con ello influir en su estado de pánico. Por otro lado, si ante su respuesta de miedo tratamos de calmarlo con caricias o palabras tranquilizadoras, lo que podríamos estar haciendo en realidad es fijar esa respuesta de miedo.
¿PUEDE TRATARSE EL MIEDO A LOS PETARDOS?
En el mundo real los estímulos se presentan de manera aleatoria: los truenos suenan sin aviso; los petardos estallan por sorpresa. Esa aleatoriedad impide que el perro pueda habituarse a esos estímulos.
Existen diferentes tratamientos para las fobias a los ruidos. Algunos de ellos serían:
- Desensibilización sistémica – Exponer al sujeto al estímulo en intensidades bajas que no lleguen a provocar la respuesta emocional de miedo. En este caso haríamos estallar los petardos a larga distancia, de manera que su sonido no desencadenara la respuesta de miedo en nuestro perro. Poco a poco iríamos acercando ese estímulo, siempre que nuestro perro pudiera gestionarlo sin experimentar miedo.
- Desviar la atención – Con estímulos de intensidad baja podemos tratar de desviar la atención del perro a un estimulo positivo con mucho valor para él. Un ejemplo sería ofrecer al perro un plato de comida para que comiese mientras los petardos suenan a lo lejos.
- Inundación de estímulos: – Exponer al sujeto al estímulo hasta que esa respuesta emocional de miedo desaparezca. Esta opción puede resultar agresiva para el animal; según el criterio del profesional debería utilizarse únicamente como última opción. En este caso lanzaríamos petardos hasta que el perro no mostrara miedo.
- Dar soluciones: – Para los casos en que se desencadene la respuesta emocional, podemos enseñar a nuestro perro a huir hacia nosotros. De esta forma evitaremos que pueda lastimarse o sufrir un atropello…
QUÉ NO HACER SI NUESTRO PERRO TIENE MIEDO A LOS RUIDOS:
- Nunca regañaremos al perro por tener miedo. Los estados emocionales no pueden castigarse.
- No le acariciaremos ni le tranquilizaremos con palabras. El guía deberá permanecer neutro.
- No bajaremos la guardia, mantendremos siempre la precaución: si nuestro perro tiene miedo a los petardos y estamos en una situación en que ese ruido puede aparecer (por ejemplo esta semana en Valencia), sacaremos a nuestro perro bien atado para evitar huidas descontroladas que pudieran poner en peligro su seguridad.
¿TIENE TU PERRO MIEDO A LOS PETARDOS O A CUALQUIER OTRO SONIDO? PODEMOS AYUDARTE A SOLUCIONARLO. HACER EQUIPO ES SUPERAR PROBLEMAS JUNTOS.
El equipo de DOS adiestramiento.