MUCHOS DE LOS PROBLEMAS DE COMPORTAMIENTO DE LOS PERROS TIENEN SU CAUSA EN UN MAL PROCESO DE IMPRONTA CUANDO ERAN CACHORROS. ESTA FASE ES, POR TANTO, LA MÁS IMPORTANTE PARA EL FUTURO DESARROLLO DEL PERRO ADULTO.
Podemos definir impronta como un proceso biológico de aprendizaje, por el cual las crías se identifican con los adultos de su especie y aprenden de ellos, mediante observación e imitación, los distintos métodos de supervivencia, búsqueda de alimento y refugio, así como modelos de defensa, ataque, convivencia, apareamiento….
Konrad Lorenz (Premio Nobel en 1973), zoólogo y etólogo austriaco, notó que las crías de los gansos comenzaban a seguir a su madre poco después de romper el cascarón. Creaban un vínculo importante que ayudaba a la madre a protegerlos y a entrenarlos. Lorenz se percató de que los gansos huérfanos después de romper sus cascarones lo seguían a él como si fuese su madre: los recién nacidos detectaban un ser grande en el momento de romper las cáscaras y entonces se producía este apego. A este fenómeno Lorenz lo denominó impronta.
Estudios posteriores de otros etólogos postularon que este proceso de impronta acontecía en un período sensible correspondiente a un momento particular del desarrollo del sistema nervioso central, la duración del cual es extremadamente variable, según la especie y su posición en la escala zoológica. Así pues, en los patos la impronta se realiza entre 13 y las 16 horas después del nacimiento, en cambio en otras especies ésta se realiza hasta meses o años más tarde (téngase en cuenta que muchos mamíferos recién nacidos son totalmente dependientes de su madre durante semanas e incluso meses).
En el caso de los perros, la impronta dura aproximadamente desde la quinta hasta la duodécima semana de vida. Si durante este período se comete algún error grave, tanto por una estimulación nociva como por un defecto de estimulación, podemos obtener perros adultos con problemas de agresividad, fobias, estereotipias, etc. de difícil solución.
POR ESTA RAZÓN ES MUY IMPORTANTE QUE LOS CACHORROS PERMANEZCAN CON SU MADRE Y HERMANOS HASTA, POR LO MENOS, LAS OCHO SEMANAS DE VIDA: SEPARARLO DE LA CAMADA ANTES DE TIEMPO PUEDE TRAER CONSECUENCIAS FATALES PARA SU FUTURO CARÁCTER.
Hasta los tres meses de edad es más que recomendable exponer al cachorro a todo tipo de estímulos (por supuesto de manera controlada y cuya intensidad y duración sean gestionables por el animal). Así, en el caso de que vivamos en una ciudad, acostumbraremos a nuestro pequeño a todo tipo de ruidos (coches, cierres metálicos, pitidos de semáforos, gente gritando, sonido del televisor y de otros electrodomésticos, etc.), personas de diferente sexo, edad y etnia; lugares diversos (espacios cerrados, escaleras, ascensores, diferentes texturas de suelo), perros de diferentes tamaños (de la socialización con perros hablaremos detenidamente en futuras entradas) e incluso a la presencia de otros animales como gatos o pájaros.
Por todo lo comentado, recomendamos exponer al cachorro a todo tipo de estímulos antes de cumplirse su tercer mes de vida. En caso de que el calendario de vacunación aún no se haya completado y vivamos en una zona con elevado tránsito de perros, podemos hacer uso de una bolsa de mano transportadora de cachorros para sacar a nuestro joven amigo a conocer el mundo.
¿Tienes un cachorro de entre dos y tres mes? Pues manos a la obra: completar juntos una buena impronta es una buena forma de empezar a hacer equipo.
El equipo de DOS adiestramiento.